En los tiempos recientes, para la interacción con los suelos, se da creación de materiales sintéticos, imputrescibles y resistentes a los ataques biológicos, con características técnicas definidas, de larga durabilidad y eficiencia, con fabricación de calidad muy regular y controlada, que la técnica de refuerzo de suelos obtuvo un nuevo impulso y conquistó una amplia gama de aplicaciones, naciendo así los llamados Geosintéticos.
A partir de la década de los años 60, los geotextiles comienzan aparecer y ser utilizados, inicialmente en la separación, drenaje y filtración, para luego ser empleados en sistemas de contención de suelos reforzados y en el refuerzo de terraplenes sobre suelos blandos.
Luego, a finales de la década de los 70, surgieron las geogrillas o geomallas, materiales sintéticos en Poliéster (PE), Polipropileno (PP) y Polietileno alta densidad (HDPE) en forma de grillas, con grandes aberturas para la trabazón con suelos granulares que, por sus mayores resistencias a la tracción, se inician en la utilización en forma preferente, como elementos de refuerzo de suelos en obras civiles y geotécnicas.
En la actualidad con la evolución a mejores polímeros, tales como el polivinil alcohol (PVA) y el Aramida (AR) y otros, han llevado a fabricar los últimos geosintéticos, con aún más relevantes características de técnicas a las antes conocidas, para atender a las aplicaciones mucho más exigentes al día de hoy.
Y para estos materiales geosintéticos y para otros tantos que vienen a continuación, con diversas funciones y aplicaciones, está basado nuestro sitio web y nuestra actividad profesional.